Archivos Mensuales: marzo 2013

JUEVES SANTO: AMOR Y ENTREGA.

 

 

 

1. Marco:

¿Qué celebraba el pueblo judío en esta fecha?.
 
Era el memorial actualizante de la liberación de Egipto. Era la conmemoración anual y solemne de su libertad. Y lo celebraban de generación en generación. La fiesta pascual propiamente dicha duraba la tarde-noche del 14 de Nisán (en el apéndice recojo los rasgos más importantes del ceremonial y el contenido de esta Fiesta). Luego se prolongaba (Ácimos) durante una semana.
La Última Cena se celebró en el marco de la Cena Pascual.
Los relatos evangélicos (Mateo, Marcos y Lucas) de la Última Cena supone que fue una Cena Pascual (en el apéndice indico algunos detalles que conducen a esta afirmación, aunque los relatos de los tres se armonizan más con el de Juan en cuanto a cronología de la fecha de la Cena y la Muerte de Jesús)

2. Gestos de Jesús en esa noche:

La jaburá-grupo pascual.
 
Es el grupo de personas necesario para que la celebración se realice adecuadamente en cuanto al ceremonial y en cuanto a la posibilidad de consumir todo el cordero pascual en esa noche. Jesús se reúne con los Apóstoles formando una «jaburá» (comunidad o grupo pascual). Es necesario subrayar este sentido de comunión y de intimidad como marco general de la celebración. Este gesto ilumina ya el contenido de cuanto sucedió aquella tarde y de la celebración-memorial que durante los siglos sigue realizando la Iglesia cuando celebra el sacramento pascual en cualquier tiempo o lugar.
 
Lavatorio de los pies (Juan 13).
 
Se trata de un «signo» de su entrega y anticipo del don total de la vida en la cruz. No entenderíamos bien la intención del evangelista Juan al recogerlo en su relato si pensásemos que se trata de un simple gesto de humildad y servicio. Es mucho más y con un contenido cristológico y eclesial mucho más profundo: es un verdadero «signo» en el sentido joánico del término, es decir, un gesto que tiene consistencia en sí mismo pero cuya verdadera razón de ser consiste en dirigir la mirada de la mente y revelar en profundidad un aspecto importante del ser y de la misión de Jesús. Este signo anticipa de alguna manera el acontecimiento fundamental de la Cruz como expresión suprema del don de la vida de Jesús por la humanidad.
 
Por la reacción de Pedro, expresada en las palabras «tú no me lavarás los pies jamás», nos percatamos de la novedad del gesto, de lo incomprensible del mismo para Pedro. Incluso en cierto sentido le resultaba desconcertante y escandaloso. Lavar los pies era el último oficio que se pedía al último esclavo de la casa. ¡Y esa noche están celebrando la fiesta de la libertad¡ ¡Y Jesús es el Señor y el Maestro! ¡A él habría que lavar los pies! Recuérdense las palabras de Juan el Bautista: «No soy digno de desatarle las correas de las sandalias». Era un especial honor el que se permitiera a un discípulo transportar al hombro las sandalias de su maestro. Todo este conjunto de detalles nos ayuda a iluminar el gesto y a entenderlo en su sentido profundo y provocador para los discípulos de Jesús. Estar siempre dispuestos al don de la vida por los demás.
 
Donde se conserve la práctica de realizar el lavatorio de los pies de algunos de los asistentes recuérdese este sentido cristológico y eclesial profundo y adviértase a los participantes en el rito la significación verdadera del mismo: quien lo realiza está diciendo con su gesto que está dispuesto a dar la vida por cada uno y por la comunidad como lo hizo Jesús.

Institución de la Eucaristía.

 
Jesús toma un pan en sus manos y realiza un gesto inesperado y sorprendente para los discípulos. Eso que tiene en las manos es él mismo en cuanto se entrega a la muerte por la humanidad. Y lo mismo hace con la copa. Este gesto desborda totalmente el ceremonial judío en cuanto al sentido del pan y de la copa. En este gesto algo totalmente nuevo se está produciendo en la historia. Y será un «memorial» (anámnesis-recuerdo actualizador) de todo el misterio salvador de Jesús.
 
El relato de Lucas nos recuerda estas palabras en labios de Jesús: «Haced esto en memoria mía» para perpetuar su presencia entre los suyos. Esta tarea es propia de sus ministros ordenados (sacerdocio ministerial). En aquel marco pascual, transformado por Jesús profundamente en su contenido, es instituido el sacerdocio ministerial que se ha prolongado en la Iglesia durante los siglos y seguirá prologándose. Hoy es un día especial para los ministros de Jesús.
La Institución de la Eucaristía es el gesto más importante de los realizados por Jesús. Con él establece el marco que ha de llenarse con el acontecimiento de la Cruz y de la Resurrección. En adelante el cuerpo de Jesús que es la Iglesia (nueva jaburá pascual) realizará y renovará constantemente su comunión profunda con el Maestro y entre todos sus miembros mediante la celebración sacramental de aquel gesto aparentemente sencillo, pero profundamente cargado de realidad cristológica y eclesial. La celebración eucarística será el lugar y el momento de renovar en profundidad la comunión eclesial. Es el sacramento central de la fe y de la experiencia cristiana.
 
Sería conveniente y urgente insistir hoy a nuestros fieles en lo que significa la celebración-actualización (anámnesis) que se realiza en el altar. Instruirlos para que la celebración sea una fiesta, la fiesta de la salvación y del amor de Dios visualizado en el amor entre los hermanos enviados al mundo a ser testigos de este amor auténtico que empuja hasta el don de la vida.
 
Jesús decide no comer ni beber aquella noche.
 
¿Por qué toma una decisión tan sorprendente y singular? Al parecer Jesús decide no comer ni beber nada en la Cena. Otro gesto sorprendente, máxime si se recuerda que era obligatorio comer un trocito de cordero equivalente a una aceituna y beber un poquito de las cuatro copas rituales para participar en el sacramento pascual y su eficacia salvadora.
Quizá sorprenda esta afirmación. El relato de los tres evangelistas (Mateo, Marcos y Lucas) es concorde en esta afirmación. Estamos tan acostumbrados a pensar que Jesús comió y bebió que también nos sorprende a nosotros. Pero a los primeros que sorprendió fue a los Apóstoles. En años anteriores Jesús participó plenamente del banquete pascual. Sólo en esta ocasión decide no probar bocado. ¿Por qué toma esta extraña decisión? Este gesto nos obliga a centrar la atención en otro valor de la Última Cena: el clima dramático que en ella se respiró (al menos según lo entendieron los primeros cristianos y nos lo han transmitido los evangelistas). Esta decisión está relacionada íntimamente con la misión de Jesús. La última semana (en la presentación actual que hacen los evangelistas) se multiplicaron los signos reveladores por parte de Jesús. Israel corre un grave peligro de cerrarse a la revelación de Dios en Jesús y de rechazar a su verdadero Mesías y con ello anular el sentido histórico de su misión. Jesús insiste intensamente en la última semana para que el pueblo de Dios le acoja como a su Mesías verdadero. El gesto de no comer y ni beber tiene un profundo sentido intercesor e imprecatorio. ¡Pronto, muy pronto aparecerá con toda su fuerza el reino de Dios! ¡Pronto, muy pronto Dios va a intervenir definitivamente en la historia! ¡Es necesario abrirse a su oferta! Este es el sentido auténtico del «ayuno pascual» de Jesús. Se trata de un gesto profundo, urgente y cargado de sentido revelador.

Es conveniente recordar a nuestros fieles que nuestro ayuno del Viernes Santo tiene un sentido cristológico, eclesial y salvador. Que no se trata de la simple privación de comida y bebida como un sacrificio (que ya es un valor). Se trata más bien de algo más urgente, y más cargado de sentido.

3. Palabras de Jesús en la Última Cena:

Nota: nuestro punto de referencia es casi exclusivamente el Discurso de despedida (Juan 13-17). En toda celebración pascual hay una «hagadá» (homilía-explicación) en la que se recordaban los motivos por los que se celebra la fiesta y se instruía a los participantes. Jesús también realiza su propia «hagadá» pascual. Podemos orientar nuestra reflexión en algunas líneas más importantes. Las palabras de Jesús (en la versión muy interpretada del evangelista Juan, los otros tres no recogieron un discurso de despedida semejante al de Juan) tratan de descubrir el sentido profundo de todo lo que sucedió y sucede en el Cenáculo.
 
Revelación del Padre.
 
Jn 14,1-14 y 21-24: El que me ve a mi ve al Padre. En la casa de mi Padre hay lugar para todos. Si me conocierais a mi conoceríais también a mi Padre. Yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Yo me voy al Padre. Cualquier cosa que pidáis en mi nombre, os lo concederé, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. El que me ama será amado por mi Padre. Revelación del rostro de un Padre que encontramos en Jesús, que ama a los discípulos, que se interesa por ellos y que les prepara un lugar donde vivir con él como su familia para siempre. Tenemos delante una de las revelaciones del rostro del Padre más profunda y más completa de la Escritura. En el clima de la Última Cena, Jesús quiso revelarlos definitivamente al Padre que nos ama y a todos los hombres porque por ello envió a su propio Hijo.
Revelación del Espíritu Santo.
 
Jn 14,16-17; 14,26; 15,26-27; 16,7-11; 16,12-15. El Parácletos-Espíritu Santo será enviado como un don por el Padre a petición y ruegos de Jesús. Estará con la comunidad de discípulos (y con la Iglesia de todos los tiempos) para garantizar su comunión profunda como familia de Dios, para defenderla y para habitar en la intimidad de cada de uno de sus miembros. Vendrá a enseñar, es decir, a profundizar en el corazón de los discípulos, las palabras de Jesús a recordarles constantemente el Evangelio. Un recuerdo que trabaja equilibradamente entre la fidelidad a las raíces (Jesús mismo) y la permanente y necesaria creatividad para la actualización del Evangelio en todos los lugares, en todos los tiempos y en todas lasb culturas humanas. Será testigo y acompañará el testimonio de los discípulos de Jesús hasta el martirio con el don de la vida por la fidelidad al Evangelio y al amor del Padre. Será quien se encargue de desenmascarar, en la conciencia de los creyentes, el juicio injusto que los representantes del pueblo de Israel realizaron contra Jesús declarando que realmente solo Jesús era el verdadero Mesías, que sólo creyendo en Él se consigue la salvación y sólo en Él es posible al esperanza del encuentro definitivo con el Dios que nos hizo para la vida y la felicidad. El Espíritu será el encargado de interpretar para la Iglesia todo el misterio de Jesús y de la propia Iglesia.
 
Revelación de la realidad de la Iglesia.
 
Jesús nos reveló en la Cena (siempre según la versión e interpretación del evangelista Juan) tres aspectos fundamentales sobre la realidad de la Iglesia.
 
– La Iglesia en sí misma.
Juan 15, 1-17. Jesús revela la naturaleza profunda e íntima de la Iglesia. Es como una cepa y sus sarmientos. La cepa es Jesús y los sarmientos los discípulos. La unión y la comunión entre ellos es vital. Jesús asume la imagen que se encontraba en el Antiguo Testamento para definir al pueblo de Israel como la viña del Señor (Is 5 y Jr 2). Pero Jesús realiza una profunda condensación: la auténtica cepa (no viña) soy yo. Es la imagen mas poderosa para definir a la Iglesia y con raíces en la revelación. Eso quiere Jesús que sea su Iglesia: una realidad viva de la que Él se el centro vitalizador y de cohesión.
 
En este marco de las palabras de Jesús sobre la Iglesia en sí misma hay que encuadrar la proclamación del mandamiento del amor fraterno (Jn 13, 34-35; 15, 12-17; cf. 1Cor 13; 1Jn 4,7-21). El pensamiento central es que este amor es causa de la unidad, signo ante el mundo y empuje a dar la vida por el otro si fuera necesario.
 
– La Iglesia frente al mundo:
Juan 15,18-16,4. Esta Iglesia correrá la misma suerte que la que corrió Él: será perseguida hasta la muerte martirial. Para cumplir esta misión recibe el don del Espíritu.
 
– La Iglesia es una comunidad viva unida y enviada en misión.
 
Jn 17. Es necesario permanecer unidos en la revelación del Nombre del Padre, en la participación de la Gloria y en la escucha de la Palabra traducida en el amor fraterno en comunión para que el mundo crea y conozca que Jesús es el verdadero enviado del Padre y, por lo tanto, el único Salvador de la humanidad. El único que le da sentido a la historia de la humanidad.
Síntesis: «Dichosos vosotros si sabiendo esto lo ponéis en práctica». «Haced esto en memoria mía». Jesús está presente ahora y durante toda la historia hasta su vuelta gloriosa que es anunciada en el Memorial. El mandamiento del amor mutuo y la solidaridad humana. La Iglesia ha de vivir en la unidad para que el mundo crea en que Jesús está vivo y presente como Señor y Salvador.
 
Fr. Gerardo Sánchez Mielgo 

Católicos en el mundo 13 Marzo, 2013 – 01:37ÚLTIMAS INFOGRAFÍAS

Católicos en el mundo 13 Marzo, 2013 - 01:37ÚLTIMAS INFOGRAFÍAS

Catolicos en el mundo

VIGILIA PASCUAL

 

ImagenLa noche más significativa del año

 

Después de un día de silencio, de oración y de ayuno, nos disponemos a celebrar la Pascua, el paso, la Resurrección del Señor. La Vigilia Pascual es la Pascua del Señor y la Pascua de la Iglesia, origen y raíz de todo el año litúrgico.

En esta celebración de la Vigilia reciben su consagración pascual las palabras, las oraciones, los sacramentos y los símbolos de la Iglesia, que son prolongación e irradiaciones de la Pascua.

Estos grandes símbolos son: la asamblea santa, que siempre la Esposa y la comunidad del Resucitado. El tiempo nuevo, que siempre, de noche y de día, tiempo pascual insertado ya en nuestro hoy que es Cristo. El fuego nuevo, que recuerda la columna de fuego y el fuego del Espíritu encendido por el Resucitado en los corazones de los fieles. El agua regeneradora, signo de la vida nueva en Cristo, fuente de vida. El crisma santo de la unción espiritual de los bautizados.El banquete nupcial de la Iglesia: en el pan y el vino de la Eucaristía tenemos la comida del Resucitado y con el Resucitado. El canto nuevo del aleluya pascual, himno de los redimidos, cantar de los peregrinos en camino hacia la patria.

Todos los otros símbolos son pascuales: la cruz, el altar, el ambón, el libro. Sobre todo, por la importancia ritual de la Vigilia, el Cirio pascual, signo de Cristo que ilumina con su presencia a la asamblea.

 

La estructura de la Vigilia Pascual es interpretada de la siguiente manera:

Lucernario: pascua cósmica.

Liturgia de la Palabra: Pascua de la historia.

Ritos bautismales: Pascua de los neófitos.

Liturgia Eucarística: Pascua de los fieles.

 

El lucernario con la liturgia del fuego y de la luz. Con la bendición del fuego nuevo para encender la nueva luz, se recuerda que estamos en la noche donde todo se renueva en aquél que hace nuevas todas las cosas. El cirio es bendecido y adornado porque es símbolo de Cristo Luz. La procesión de la tinieblas a la luz, la peregrinación de la Iglesia, nuevo Pueblo de Dios, guiada por la columna de fuego, iluminación bautismal que cada uno recibe de Cristo para ser siempre hijo de la luz.

 

La liturgia de la Palabra. La proclamación de la Palabra de Dios se hace simbólicamente a la luz de Cristo Resucitado, centro del cosmos y de la historia. Son lecturas progresivas de la historia de la salvación; tienen un carácter cristológico; poseen una estrecha relación con el bautismo. A continuación, la oración de la Iglesia expresa el sentido tipológico de la lectura.

 

La liturgia Bautismal. Sigue la liturgia bautismal con la invocación de los santos, la bendición de la pila bautismal y todos los otros ritos del bautismo y de la confirmación cuando hay adultos para bautizar. Si no hay bautismos, se pasa en seguida a la bendición del agua, a las renuncias y promesas del bautismo, con la aspersión del agua. Es el recuerdo memorial de la Pascua y del bautismo. Termina con la oración universal o de los fieles.

 

La liturgia Eucarística. Encuentro con el Cristo resucitado en un sacrificio pascual, en la comunión con Él. La celebración se cierra con la invitación pascual al final de la misa para llevar a todos el anuncio del Cristo Resucitado.

 

Cristo, resucitando, ha vencido a la muerte. Este es en verdad el día del Señor. El fundamento de nuestra fe. La experiencia decisiva que la Iglesia, como Esposa unida al Esposo, recuerda y vive cada año, renovando su comunión con Él, en la Palabra y en los Sacramentos de esta noche. El nacimiento de Cristo a la Vida Nueva quiere producir el renacimiento de su comunidad, y de cada uno de nosotros, a esa misma Vida Nueva.

 
Que tengas una buena Semana Santa
Saludos
Hno. Fernando Fortunato

Monasterio Benedictino Santa María de los Toldos.
C.C.8 – B6015WAA Los Toldos
Buenos Aires – Argentina

APACIENTA MIS OVEJAS.

APACIENTA MIS OVEJAS.

 

-Uno de los testimonios más claros del primado de Pedro se encuentra en el capítulo 21 del evangelio de San Juan. En este capítulo observamos como el Señor pregunta 3 veces a San Pedro si le ama, y cada pregunta va contestada con un apacienta mis ovejas o apacienta mis corderos. 3 veces le preguntó porque 3 veces le negó. De esta forma fortaleció nuevamente la fe de San Pedro delante de todos los apóstoles.

-Siendo un capítulo de tan sumo interés apologético deseo estudiarlo detenidamente para poder demostrar como a Pedro se le da una función diferente a la que se da al resto de apóstoles.

1 Después de esto, se manifestó Jesús otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Se manifestó de esta manera.
2 Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos.
 Juan 21:1-2

Aquí en estos primeros dos versículos vemos algo interesante:

1)Estaban los apóstoles en el mar de Galilea, en las orillas del mar de Tiberíades. Recordemos en el mar de Galilea es donde encontró Jesús a Pedro y le dijo fuera pescador de hombres.(Mateo 4:18). Curiosamente es en las orillas de este mar donde nuevamente se confirmará la misión de San Pedro.

2)El versículo 2 nos indica quienes eran los discípulos del Señor que estaban allí y curiosamente el primero en ser nombrado es San Pedro sin embargo al apóstol amado no se le nombra directamente por su nombre. Esto también nos indica hacia donde va encaminado ya el capítulo , a dejar claramente establecido el primado petrino.

3 Simón Pedro les dice: «Voy a pescar.» Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo.» Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada.
4 Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
5 Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No.»
6 El les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces.
7 El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido – pues estaba desnudo – y se lanzó al mar.
 Juan 21:3-7

-El impetuoso de Pedro se decide ir a pescar y curiosamente los demás dicen que van con él. Pero la mala suerte fue que no pescaron nada, así que tubo aparecerse el Señor y decirles donde tenían tirar las redes como hacía 3 años había hecho. Cuando ocurrió esto el discípulo amado le dice a Pedro que era el Señor, y la Escritura nos dice, que Pedro estaba “desnudo” y se vistió y luego se lanzó al mar. Es interesante el dato de que Pedro estaba “desnudo” quizás para muchos esto sea un dato más innecesario pero realmente este dato no tiene que pasar desapercibido ya que de nuevo este dato nos encamina a lo que más adelante pasará. En este momento Pedro se encontraba con mala consciencia por haber negado 3 veces al Señor, no se encontraba animado para realizar la tarea se le había encomendado, se encontraba desnudo espiritualmente ante el Señor, sin ser digno de él, por eso versículos después será reconfortado en su misión.
8 Los demás discípulos vinieron en la barca, arrastrando la red con los peces; pues no distaban mucho de tierra, sino unos doscientos codos.
9 Nada más saltar a tierra, ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas y pan.
10 Díceles Jesús: «Traed algunos de los peces que acabáis de pescar.»
 Juan 21:8-10
Es muy interesante lo que se nos cuenta aca, realmente este capítulo rememora acontencimiéntos pasados para siempre llevarnos al mismo punto, la misión que dentro de poco el Señor encomendará a Pedro.
Si nos fijamos vemos que aca nos dice: “ ven preparadas unas brasas y un pez sobre ellas”. En griego la palabra usada para brasas es ἀνθρακιὰν y casualmente esta palabra solamente se usa una vez más en todo el evangelio de San Juan, donde? Aquí:

18 Los siervos y los guardias tenían unas brasas encendidas porque hacía frío, y se calentaban. También Pedro estaba con ellos calentándoseJuan 18:18
Antes de que Pedro negará 3 veces al Señor había unas brasas encendidas donde se calentaban. Antes de volver a ser confirmado por Cristo para ser Pastor universal de su rebaño, hay unas brasas encendidas también. ¿Curiosidad?….
11 Subió Simón Pedro y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y, aun siendo tantos, no se rompió la red.
12 Jesús les dice: «Venid y comed.» Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: «¿Quién eres tú?», sabiendo que era el Señor.
13 Viene entonces Jesús, toma el pan y se lo da; y de igual modo el pez.
14 Esta fue ya la tercera vez que Jesús se manifestó a los discípulos después de resucitar de entre los muertos.

Juan 21:11-14
Es curioso como en el versículo 10 Jesús les dice a todos en general que traigan los peces que acaban de coger y en el versículo 11 se nos dice que el único que fue por ellos es San Pedro. Cristo en el versículo 10 habla a todos pero en el 11 solo San Pedro realiza la acción, es decir San Pedro sirve a los demás, siendo así SIERVO DE SIERVOS y trae los peces.

Aquí el versículo 14 nos termina de narrar la preparación para lo que ha de venir, esta tercera vez que Jesús se manifestó a los discipulos será clave en la historia de la Cristiandad porque volverá a recordar a Pedro cual es su misión y para lo que le eligió.

Recordemos antes dijimos Pedro estaba desnudo espiritualmente, es decir avergonzado por haber negado al Verbo divino 3 veces. Esto le hacía sentirse mal y no capacitado para dirigir la Iglesia, no terminaba de entender porque Cristo le había dicho a él que era la roca, cuando otros como Juan habían sido más fieles al Señor que él mismo, pero el Señor le elige precisamente por eso, porque sabe que en Pedro se juntan dos cosas que todo hombre tiene, amor y pecado, y así quería fuera el líder de su Iglesia, era preciso pues confortarle y recordarle nuevamente su tarea. Y eso hará en los versículos que ahora estudiaremos.
15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»
16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.»
17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.
 Juan 21:15-17
Estos 3 versículos son una prueba irrefutable del primado petrino. Es muy habitual que se pasen por alto o se estudien superficialmente por eso me dedicaré a hacer un estudio detallado de ellos demostrando que no queda lugar a dudas para afirmar el primado que Jesús concede a San Pedro.
Podemos destacar aca 3 cosas muy importantes:

1) El Señor primero le manda apacentar corderos y luego le manda apacentar las ovejas. Sabemos que el cordero es un animal diferente a la oveja, y solo y exclusivamente a Pedro se manda que apaciente a ambos animales.
 
2) El Señor usa dos veces la palabra griega apacentar “βόσκω” y luego una vez usa la palabra pastorear “ ποιμαίνω”. Dos palabras diferentes indican pues dos misiones diferentes. Además podemos establecer una relación entre apacentar y pastorear con ovejas y corderos de forma que quede más clara la misión de San Pedro.
3) 3 veces le pregunta a Pedro y tres veces le manda cuidar de su rebaño. Cada una de estas 3 veces es por cada una de las 3 negaciones que San Pedro le hizo al lado de las brasas. Públicamente debía el primer Papa afirmar su amor incondicional al Señor y ser fortalecido en su fe nuevamente para desarrollar el ministerio para el que fue elegido.
 

-Es bueno estudiar punto por punto para demostrar una sólida defensa del primado petrino en estos 3 versículos. Muchos hermanos separados dicen que el primado de Pedro solo se basa en Mateo 16:18 cuando olvidan este pasaje que es tan importante como el de Mateo y es preciso mostrar su matiz apologético y probar porque creemos que Pedro bíblicamente fue cabeza de todos los apóstoles.

1)OVEJAS Y CORDEROS:

-Volvamos a recordar que pone Juan 21:15-17:

15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos
16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.»
17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.
 Juan 21:15-17
-Entonces aquí tenemos dos funciones diferentes: Apacentar corderos y apacentar ovejas. Algunos podrían pensar se trata de la misma función, más tarde veremos que no es la misma función. Ahora veamos que los corderos son animales diferentes a la ovejas. Es frecuente en la Escritura designar al pueblo de Dios por un rebaño, y en todo rebaño existen ovejas y corderos, el cordero es un animal más débil que la oveja y se entiende que es la oveja quien lo cuida.
Tenemos por ejemplo en la Sagrada Escritura algún texto que nos enseña esta idea:

Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas. Isaías 40:11
Vemos como el pastor lleva en sus brazos a los corderos, es decir los trata con sumo cuidado esto es fácil de explicar: El cordero es un animal más débil que la oveja.
Ahora veamos en la Escritura como las ovejas son los apóstoles:

Entonces Jesús les dijo: Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche; porque escrito está: Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas. Mateo 26:31
He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Mateo 10:16
Tanto los que envió como los que se dispersaron cuando el pastor fue herido eran los apóstoles. Por tanto podemos concluir que los apóstoles son llamados “ovejas” algunas veces en las Escrituras.
Entendiendo esto podremos entender más fácilmente el versículo en cuestión :
*Primero Cristo manda a Pedro que apaciente a sus corderos, es decir aquellos del rebaño cuya fe es débil que acaban de entrar en el rebaño, Pedro como Pastor supremo debe cuidar de ellos y alimentarles espiritualmente con la enseñanza Cristo dejó a su Iglesia.
*Segundo Cristo manda a Pedro a que pastoreé, gobierne a las ovejas, es decir a aquellos que son cristianos cuya fe es más fuerte, cuyo conocimiento es superior al de los corderos, en tiempos de Pedro los apóstoles y presbíteros y diáconos, hoy en día los obispos y sacerdotes.
*En tercer lugar a estos mismos es necesario también alimentarles espiritualmente con la doctrina de Cristo, es por eso por tercera vez le manda a Pedro que de comida a su rebaño, esta comida no es otra que un alimento espiritual. Y hasta los más firmes en su fe necesitan este alimento, es por eso que Cristo así lo indica.
2) APACENTAR Y PASTOREAR:

-Si vemos el texto griego correspondiente a estos versículos observaremos algo muy interesante, el Señor usa dos veces (βόσκω) y una vez usa como ποιμαίνω (poimainō).
Pero lo interesante es que es con Pedro y solo con Pedro con quien se uso βόσκω con ningún otro apóstol se uso esta palabra.


Bíblicamente el verbo: רעה (râ‛âh), que fue traducido al griego como ποιμαίνω (poimainō) y βόσκω (boskō) y en nuestro idioma como “apacentar”.En Griego bosko significa dar de come, apacentar, mientras que poimaino es pastorear, son dos palabras diferentes. Βόσκω solo se usa en el NT con Pedro lo que da muestras nuevamente de su Primacia. El Espiritu Santo al inspirar el Evangelio de San Juan solamente uso esa palabra con Pedro con nadie más, la escritura es bien clara aquí.

Todos aquellos detractores del Primado de Pedro, debería pues poder explicar el cambio de Palabra y porque esta es usada unicamente con este Apostol.

Entonces APACENTARβόσκω se puede traducir como dar de comer, alimentar espiritualmente al rebaño del Señor, es decir Pedro era el encargado de alimentar al rebaño y el encargado de pastorearlo también= ποιμαίνω.

 

15 ὅτε οὖν ἠρίστησαν λέγει τῷ Σίμωνι Πέτρῳ ὁ Ἰησοῦς· Σίμων Ἰωάννου, ἀγαπᾷς με πλέον τούτων;λέγει αὐτῷ· ναί κύριε, σὺ οἶδας ὅτι φιλῶ σε. λέγει αὐτῷ· βόσκε τὰ ἀρνία μου. 16 λέγει αὐτῷ πάλιν δεύτερον· Σίμων Ἰωάννου, ἀγαπᾷς με; λέγει αὐτῷ· ναί κύριε, σὺ οἶδας ὅτι φιλῶ σε. λέγει αὐτῷ·ποίμαινε τὰ προβάτια / πρόβατά μου. 17 λέγει αὐτῷ τὸ τρίτον· Σίμων Ἰωάννου, φιλεῖς με; ἐλυπήθη ὁ Πέτρος ὅτι εἶπεν αὐτῷ τὸ τρίτον· φιλεῖς με; καὶ εἶπεν / λέγει αὐτῷ· κύριε, πάντα σὺ οἶδας, σὺγινώσκεις ὅτι φιλῶ σε. λέγει αὐτῷ [ὁ] Ἰησοῦς· βόσκε τὰ προβάτια / πρόβατά μου.

Juan 21:15-17

Juan 21, 15-17 «Cuando hubieron comido, dijo Jesús a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos? El le dijo: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Díjole: Apacienta (βόσκω) mis corderos. Por segunda vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejuelas. Por tercera vez le dijo: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Pedro se entristeció de que por tercera vez le preguntase: ¿Me amas? Y le dijo: Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo. Díjole Jesús: Apacienta mis ovejuelas».


Este punto es muy interesante, si nos fijamos, cuando la Escritura habla del resto de los apóstoles y obispos dice que ellos son los encargados de pastorear la Iglesia de Dios:

28 «Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual os ha puesto el Espíritu Santo como vigilantes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio hijo. Hechos 20:28
Si vamos al griego veremos que en Hechos 20:28 para pastorear se usó la palabra ποιμαίνω pero no se usa βόσκω. ¿Por qué? Sencillamente porque son misiones diferentes por eso usa una palabra y no se usa la otra.

προσέχετε ἑαυτοῖς καὶ παντὶ τῷ ποιμνίῳ ἐν ᾧ ὑμᾶς τὸ πνεῦμα τὸ ἅγιον ἔθετο ἐπισκόπους ποιμαίνειντὴν ἐκκλησίαν τοῦ θεοῦ, ἣν περιεποιήσατο διὰ τοῦ αἵματος τοῦ ἰδίουHechos 20:28
 
ποιμαίνειν(poimanein) = pastorear.

Con esto vemos como a Pedro se le dio el poder de pastorear el rebaño como se le dio al resto de los apóstoles pero curiosamente se le otorga un nuevo poder el de Alimentar al rebaño. Aquí me gustaría citar las palabras del Santo Padre Juan Pablo II en la audiencia del 10 de mayo de 1993:

La función de piedra fundamental de la Iglesia que Jesús confirió a Pedro comporta, por consiguiente, un aspecto doctrinal (cf. Mt 16, 18-19). La misión de confirmar a sus hermanos en la fe, que también le confió Jesús (cf. Lc 22, 32), va en la misma dirección. Pedro goza de una oración especial del Maestro para desempeñar este papel de ayudar a sus hermanos a creer. Las palabras «Apacienta mis corderos», «Apacienta mis ovejas» (Jn 21, 15-17) no enuncian explícitamente una misión doctrinal, pero sí la implican. Apacentar el rebaño es proporcionarle un alimento sólido de vida espiritual, y en este alimento está la comunicación de la doctrina revelada para robustecer la fe.

De ahí se sigue que, según los textos evangélicos, la misión pastoral universal del Romano Pontífice, sucesor de Pedro, comporta una misión doctrinal. Como pastor universal, el Papa tiene la misión de anunciar la doctrina revelada y promover en toda la Iglesia la verdadera fe en Cristo. Es el sentido integral del ministerio petrino.
Con esto creo queda claro que significa Apacentar, es decir βόσκω y como esa misión fue encomendada única y exclusivamente a San Pedro. Debemos tener en cuanta que cuando Dios realiza las cosas es por algo, el precedente bíblico de esta misión encomendada a San Pedro podemos encontrarlo en el AT en muchos pasajes, aquí mencionare solamente algunos de ellos:
Y aun ayer y antes, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, tú sacabas y volvías á Israel. Además Jehová te ha dicho: Tú apacentarás á mi pueblo Israel, y tú serás sobre Israel príncipe. 2 Samuel 5:2

Le encarga apacentar el pueblo de Israel, y ese encargo, se lo dió el mismo Dios.

Curioso, que a Pedro Cristo le encargue apacentar el pueblo del NT. Es el mismo rey el que alimentaba con la sabiduría de Dios al pueblo y esta función ahora corresponde a San Pedro.


10 Ahí viene el Señor Yahveh con poder, y su brazo lo sojuzga todo.Ved que su salario le acompaña, y su paga le precede.Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo cogerá los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente las paridas. Isaías 40:11
Aquí el mismo Dios es quien apacienta el rebaño, es el mismo Dios quien le da alimento espiritual , le cuida, protege y guía para que no se desvíe de la doctrina adecuada. Es este el ministerio que deja a San Pedro en el NT.
Y despertaré sobre ellas un pastor, y él las apacentará; á mi siervo David: él las apacentará, y él les será por pastor. Ezequiel 34:23
David siendo rey manda apacentar el pueblo de Dios, es decir Dios le ordeno dirigirlo y gobernarlo.

Si le dijo apacienta mis ovejas es por algo, porque estas ovejas son su pueblo, su reino y Pedro es el encargado de guiarlo y dirigirlo, como David en el AT.

Yo apacentaré mis ovejas, y yo les haré tener majada, dice el Señor Jehová.Ezequiel 34:15

15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»Juan 21:15

Quise poner estos dos textos bíblicos juntos porque veo en ellos una gran similitud:

-Se habla de apacentar ovejas en los dos.

-En Ezequiel es Dios quien las apacienta. En Juan es Dios quien manda a un ser humano esa misión.

Si esa misión en Ezequiel la realizó Dios, debe ser que es una misión muy especial y solo se le puede confiar a la roca sobre la que se edificaría su Iglesia, o aquel por el que él había rezado(Lucas 22:32).
-Ahora veamos algo muy interesante:

1) . Díjole: Apacienta (βόσκω) mis corderos.

2) Le dice Jesús: «Apacienta (ποιμαίνειν) mis ovejas.

3)Le dice Jesús: «Apacienta (βόσκω) mis ovejas
-Es decir, primero Cristo le manda alimentar a los débiles en la fe, los cristianos que sean más frágiles o confundidos con la fe y su enseñanza infalible les alimentara y les ayudará a seguir en el rebaño y a madurar poco a poco en la fe.
Luego manda que pastoree a los pastores que se encargan de la Iglesia en el mundo, siendo así el Pastor Universal o Supremo de ellos. Finalmente es a estos pastores que organizan y guían las Iglesias del mundo a quienes debe alimentar espiritualmente con su enseñanza y sus decisiones, pues Cristo y el tienen un mismo sentir y un mismo parecer, Cristo y él forman una Sola Cabeza la que alimenta espiritualmente a todos los pastores y a todo el pueblo.
Es decir 3 misiones le encomienda a Pedro, 3 misiones que en la actualidad realiza el Papa:

1) Reconfortar, alimentar, guiar y madurar en la fe al pueblo de Dios con sus decisiones consejos y palabras.
 
2) Pastorear a los pastores que cuidan del rebaño siendo él el Pastor de ellos o Pastor Universal.
3) Alimentar, y madurar en la fe a los pastores, para que cada día se acerquen más a Dios y esta sabiduría les permita guiar mejor a los corderos hacía Cristo.

3.-LA TRIPLE NEGACIÓN Y LA TRIPLE AFIRMACIÓN DE SU AMOR:


-Por último no debemos pasar por alto que este pasaje esta muy relacionado con la triple negación de San Pedro. Realmente aquí San Pedro no se le restaura su ministerio porque nunca lo había perdido sino que este pasaje es una forma de que San Pedro reconforte su fe. Si nos damos cuenta el Señor oró por Pedro:
31 «¡Simón, Simón! Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo;
32 pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú, cuando hayas vuelto, confirma a tus hermanos.»
 Lucas 22:32
Ora para que la fe de Pedro no desfallezca, y cuando haya vuelto confirme a sus hermanos. Realmente esto fue lo que pasó aquí. Pedro tras haber negado tres veces al Señor estaba decaído y se sentía indigno de seguir al Señor, y el Señor sabía como era Pedro y que todos le escucharían era necesario que el volviera a ser el de antes para que la fe de todos sus hermanos creciera y se mantuviera viva.
Por eso le pide 3 declaraciones de amor, para que vea Pedro que Cristo sigue confiando en él a pesar de su pecado, sigue confiando en un pecador, precisamente por eso le eligió no por el ser el más sabio ni el más santo de entre todos los apóstoles sino por ser el más humano y el que más fuerza de voluntad tendría pues ya no volvería a negarle.
15 Seguían a Jesús Simón Pedro y otro discípulo. Este discípulo era conocido del Sumo Sacerdote y entró con Jesús en el atrio del Sumo Sacerdote,
16 mientras Pedro se quedaba fuera, junto a la puerta. Entonces salió el otro discípulo, el conocido del Sumo Sacerdote, habló a la portera e hizo pasar a Pedro.
17 La muchacha portera dice a Pedro: «¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?» Dice  él: «No lo soy.»
 Juan 18:15-17
Aquí la primera negación de San Pedro. Niega que sea discípulo de Cristo.
25 Estaba allí Simón Pedro calentándose y le dijeron: «¿No eres tú también de sus discípulos?» El lo negó diciendo: «No lo soy.»
26 Uno de los siervos del Sumo Sacerdote, pariente de aquel a quien Pedro había cortado la oreja, le  dice: «¿No te vi yo en el huerto con él?»
27 Pedro volvió a negar, y al instante cantó un gallo.
 Juan 18:25-27
Por dos veces San Pedro niega ser discípulo de Cristo, la tercera vez niega haber estado en el huerto con Jesús. 3 negaciones mientras estaban juzgando a Cristo. Estas 3 negaciones habían sido predichas por Cristo y Pedro se dio cuenta del pecado que había cometido, por eso:
62 Y, saliendo fuera, rompió a llorar amargamente. Lucas 22:62
Lloró porque vio que a lo que más amaba en el mundo él lo había negado, porque no había tenido el valor para confesar ser discípulo de aquel a quien colgarían de un madero. Pero Cristo sabía perfectamente esto, y sabía como se encontraba Pedro, se sentía indigno de ser su discípulo, era preciso que Pedro volviera a su lugar, y para eso nada mejor que hacerlo mediante un acto de amor mutuo, y lo más importante un amor infranqueable entre los dos, entre Cristo y Pedro.
Recordemos que tanto Cristo como Pedro tenían ya los destinos unidos, pues esto se ve claramente en la Escritura:
4 Entrando en Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los perceptores de la didracma y le dijeron: ¿Vuestro Maestro no paga la didracma? 25 Y él respondió: Cierto que sí. Cuando entró en casa, se acercó Jesús y le dijo: ¿Qué te parece, Simón? Los reyes de la tierra, ¿de quiénes cobran censos y tributos? ¿De sus hijos o de los extraños? 26 Contestó él: De los extraños. Y le dijo Jesús: Luego los hijos son libres. 27 Mas, para no escandalizarlos, vete al mar, echa el anzuelo, coge el primer pez que pique, ábrele la boca, y en ella hallarás un estater; tómalo y dalo por mí y por ti. Mateo 17:24-27

Lo que impacta es: «Tómala y entrégala a ellos por mí y por ti». Me parece muy hermoso este gesto de Jesús de entregar una sola moneda por él y por Pedro, parece una advertencia: fíjate que estamos juntos, trata de unirte a mi destino y no pretenderás tener uno distinto para ti, o mirar al mío como separado del tuyo. Realmente este milagro ejemplifica el destino de Cristo y Pedro, ambos el mismo destino uno cabeza otro el que dice las ordenes de la cabeza en la Tierra, la misma misión el mismo milagro para ambos pues ambos son la cabeza inquebrantable de la Iglesia, y como tal no pueden contradecirse. Es Pedro el elegido y no otro para tener el mismo destino en todos los actos importantes que Cristo. Hablando Pedro por Cristo versículos antes ahora Cristo, en señal de unión eterna con su primacía le manda a dar la moneda por ambos asi quedara unida la Esposa y el Cordero para siempre.

Por eso como su destino era la unidad total hacia falta que Pedro volviera a recuperar las fuerzas perdidas y volviera a cumplir con su destino, por eso Cristo le pide por 3 veces una prueba de su amor y cuando Pedro  contesta le manda apacentar y pastorear a su Pueblo.

Esta misión de apacentar y pastorear el pueblo la había tenido Cristo pero como el destino de Pedro se había unido al de Cristo era necesario sus misiones también se unieran y por tanto era él y solamente él quien podía encargarse de todo el rebaño de alimentarlo y pastorearlo.

15 Después de haber comido, dice Jesús a Simón Pedro: «Simón de Juan, ¿me amas más que éstos?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis corderos.»
16 Vuelve a decirle por segunda vez: «Simón de Juan, ¿me amas?» Le dice él: «Sí, Señor, tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.»
17 Le dice por tercera vez: «Simón de Juan, ¿me quieres?» Se entristeció Pedro de que le preguntase por tercera vez: «¿Me quieres?» y le dijo: «Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.» Le dice Jesús: «Apacienta mis ovejas.

Juan 21:15-17
¡Dios les Bendiga!

 
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LA LITURGIA EXPLICADA POR UN ANGEL.

Espacio de angelica

EXPLICA LA MISA TRADICIONAL.

Dice Azarías:DADO A MARIA VALTORTA.

«Ven, consideremos juntos la Liturgia de hoy porque, piensa, alma mía, que de modo idéntico lo haría siempre el Señor por más que los hombres te excluyeran de lo que es la vida de la Congregación de los santos sobre la Tierra. El te nutriría con su Palabra que es Absolución y Comunión, que es Crisma y Viático, que lo es todo para quienes viven en El.

¡Oh!, en verdad El es la roca y el refugio para aquellos que le aman

y lo es mucho más para quienes, por estar a su servicio de una manera especial …

Hoy también te la haré gustar a ti, en tu calidad de portavoz, para ésta tu misión. Escucha el Introito. ¡Oh!, en verdad El es la roca y el refugio para aquellos que le aman y lo es mucho más para quienes…

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¿Por qué falta el valor del respeto a la Semana Santa?

Catoliscopio.com

eucaristc3adayfamiliaTodas las reflexiones que podamos hacer sobre el doloroso drama de la Pasión, que habiendo principiado en el Huerto de los Olivos tuvo su coronamiento en el monte Calvario, se hallan compendiadas en esta sentencia de San Pedro.

Pero, hoy en día, hay pocos dentro de universo del catolicismo, que consideren estos días, de la Pasión y muerte de Nuestro Redentor, estos días, los más santos de nuestra religión, ya que no los respetan, porque tristemente muchos ya han perdido la fe, y otros aunque todavía se dicen católicos, pero se han vuelto muy indiferentes en la religión, y hay cristianos también que han caído en un

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LLAGA DEL HOMBRO DE JESUS.

Espacio de angelica

San Bernardo le preguntó al Divino Salvador, cuál fue Su dolor en la Pasión más desconocido por los hombres. Jesús le respondió:

Tenía una llaga profundísima en el hombro sobre el cual cargué mi pesada cruz; esa llaga era la más dolorosa de todas. Los hombres no la conocen. Honrad pues esta llaga y haré todo lo que por ella pidas…

ORACIÓN

Oh amado Jesús, manso Cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la llaga causada por el peso de vuestra cruz que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro hombro sagrado y de la cual vuestra Madre Dolorosa tanto se compadeció. También yo, oh carísimo Jesús, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico y te agradezco por esta llaga dolorosa de vuestro hombro en la que quisiste cargar vuestra cruz por mi…

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IDOLATRIA III

Carta del Ministro General de los franciscanos Conventuales al papa Francisco.

 

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Roma, 14 de marzo del 2013
Beatísimo Padre:
Con ocasión de Su elección como Obispo de Roma, deseo expresar a Su Santidad los sentimientos de estima y afecto de nuestra Orden, junto con la promesa de acompañarlo siempre de cerca con la oración y en la obediencia.
La decisión de Su Santidad de tomar el nombre de San Francisco de Asís, nuestro fundador, nos ha tocado el corazón y ha reforzado en cada uno de nosotros el lazo de unión que, como franciscanos, sentimos frente a la misión de Pedro como servidor de la Iglesia. Desde nuestra condición de Hermanos Menores Conventuales, tenemos vivo el recuerdo del encuentro con Su Santidad el 15 de enero del 2010 en la casa del “Pilar”, Buenos Aires, con ocasión de la Asamblea General Fraterna de nuestra Orden sobre el tema de la conformación a Cristo. En la exhortación que nos dirigió durante la Liturgia Eucarística, nos animó a seguir en nuestro compromiso con la sequela de Cristo tras las huellas de San Francisco, definida como “paradigma de una vida según el Evangelio”.
Como el “Poverello”, también nosotros queremos abrazar diariamente la cruz y seguir siendo, con sencillez y alegría, “súbditos y sujetos” de la Iglesia Romana en la persona de Su Santidad, el buen pastor que Dios nos ha dado y, así obrando, servir al Cuerpo de Cristo como y donde el Señor nos indique. Recordando a nuestro seráfico Padre, que recibió en visión el mandato de “reparar la Iglesia”, somos conscientes de nuestra obligación de comenzar esta reedificación desde nosotros mismos, modelando nuestra vida conforme a las enseñanzas del Evangelio.
Sabemos que tenemos en Su Santidad un guía que nos confirmará en la fe y nos exhortará a la misión encomendada por el Señor Jesús a Su familia la Iglesia. La Virgen María nos acompañe y guíe, en la sencillez de lo ordinario, para adecuar nuestra misión como testigos y anunciadores de la Buena Nueva.

Rece por nosotros, Padre santo, y se sienta acompañado por nuestro amor filial y por nuestra oración.

Con afecto y estima de hijos pedimos Su Bendición Apostólica.

fr. Marco Tasca
Ministro general OFMConv

Es hora de pelear

Es hora de pelear. Tiempo es de guerra. Hay que combatir hermanos, hijos de Dios, es hora de la gran batalla.

A la soberbia se vence con Humildad. La ira se aniquila con Paciencia. La envidia se fulmina con Caridad. La pereza sucumbe al Diligente. La gula muere ante la Templanza y la lujuria fenece ante la Castidad.

Cada uno escoja lo que es suyo. Vean cuales son las armas que ostentan, si la desesperanza lucha contra la desesperanza, ¿no es realmente un abrazo entre iguales? ¿Si peleamos con las mismas armas que los Demonios, no seremos Demonios nosotros mismos?.

Contra el Odio, Amor. Contra la Desesperación, Esperanza, ante la Incredulidad infame la Fe del Bienaventurado. Contra el vicio la virtud, con tal que resplandezca la Gloria de Dios.

Carta de la Ministra General OFS por la eleccion del papa Francisco

 

by Redacción

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El Señor Papa Francisco
14 de marzo de 2013

Queridos hermanos y hermanas,
¡Paz y Bien!

En nombre de la Presidencia del CIOFS, siento la necesidad y la urgencia de compartir con todos vosotros los pensamientos y sentimientos que nos inundan en este momento de gracia, por la elección del Papa Francisco. ¡Que emoción tan grande! ¡Y además vemos cómo Dios cuida su Iglesia con tanta gracia y bendición! ¡Alabado sea el Señor!

Dios nos sorprende continuamente reconduciendo dulcemente su Iglesia, por el surco auténtico de su Amor.
El Papa ha comenzado su ministerio así: “Hermanos y hermanas buenas noches”. ¡Sus primeras palabras como Papa! Que nos hablan de fraternidad, al reconocernos hermanos y hermanas en igualdad. La Cruz pectoral es de metal: signo de simplicidad y de pobreza. Reconocimiento, amor y gratitud para su predecesor: actitud eucarística y fraterna. El Papa Francisco se ha referido a sí mismo solo como obispo. Y particularmente obispo de la Iglesia de Roma que preside en caridad todas las Iglesias: Signo de colegialidad auténtica, en su misión de presidir todas las Iglesias en la caridad.

El Papa nos ha exhortado a la oración recíproca: los unos por los otros.
Antes de bendecir a los fieles, el Papa ha pedido un favor: la oración de sus hermanos y hermanas para implorar la bendición de Dios sobre él. Y expresivamente ha llamado a esta oración “la plegaria del pueblo”: Ha sido un signo de profundo compartir y reafirmación de la verdadera naturaleza de Iglesia, como Iglesia total (es decir, ante todo el Pueblo de Dios, la unidad precede a la distinción) e Iglesia de comunión (servicio reciproco, también los unos hacia los otros).

Pienso que a todos nos ha conmovido el momento en el que el Papa se ha inclinado para recibir la bendición de Dios, implorada por la intercesión de todos sus hermanos y hermanas: signo concreto de humildad, simplicidad y reconocimiento de la igual dignidad humana y cristiana. Solo después de recibir la bendición de Dios y de sus hermanos, ha bendecido a todos, urbi et orbi.
El nombre de Francisco: como el reconocimiento de la llamada del Señor a reparar la casa, por medio del carisma de Francisco y de su espiritualidad, en el conformarse a Cristo plenamente. ¡Este Papa jesuita, nos ha ofrecido signos muy concretos de un auténtico franciscano!

Y hoy en su primera homilía, nos ha dejado tres “mandatos”: caminar, edificar confesar. Confesar a Cristo crucificado. Enseguida me ha venido en mente el artículo 10 de nuestras Constituciones. Quizá algunos hermanos y hermanas no lo han leído. Os invitamos a todos a releerle con mucha atención.

Que su nombre y este inicio de su pontificado, sean signo y programa de la vigorosa recuperación de una Iglesia, toda evangélica y apostólica, que dé la preferencia al pobre y a los hermanos, una Iglesia arraigada en el Señor Jesús, sine glossa, como la sentía y la vivió Francisco de Asís.

Los franciscanos seglares, tenemos un fuerte deber: sostener al Papa con toda nuestra fuerza, con la oración, el testimonio de la propia vida y en la acción valerosa y decidida.

Que Dios, nuestro Padre, colme de bendiciones y de su gracia al Papa Francisco.

En nombre de la Presidencia del CIOFS
Encarnación del Pozo, OFS
Ministra general

VIA CIOFS

CRISTO: EL PRIMER ECUMENICO

El horizonte ecuménico de Jesús guardó sintonía con el espíritu ecuménico de los escritos veterotestamentarios. Es en el caminar de Jesús, en su relacionamiento, en su convivencia, en su praxis, donde vemos señales de un ecumenismo auténtico. Este énfasis lo vemos en el relato del Evangelio de Marcos donde Jesús es presentado como un “hombre de praxis”.
En la narración de Marcos, Jesús es el caminante, cuyo camino fue anunciado por el bautista (1.2-3), recorrido por Jesús hasta sus últimas consecuencias –la cruz– (8.27, 9.33-34, 10.32, 15.24-37), y en el que luego de resucitar él prosigue (16.7). La metáfora del camino está enraizada en la estructura del mismo Evangelio, donde los escenarios se sitúan geográficamente, Galilea (1-8) y Jerusalén (8-16). La “geografía teológica” de Marcos nos comunica que el camino de Jesús no tiene fronteras, pues vemos a Jesús constantemente visitando tierras paganas (5.1-20, 7.24-37, 8.1-10), donde exorciza, sana y da de comer en abundancia. Ese cruce de fronteras, de la religión al paganismo, nos revela el interés del narrador por derribar los problemas de exclusión, existentes en la comunidad marcana. La vocación de Jesús es para toda la población humana (universal).
Marcos nos presenta a un Jesús “no solitario (aislado del mundo), ni tampoco un elitista (iniciador de un pequeño grupo de maestros) sino un hombre de grupo.” Es un Jesús rodeado de gente, discípulos (1.16-20), discípulas (15.40-41, 16.1-8), multitudes (3.7-8, 6.30-44), ya sean judíos (7.1-4) o gentiles (8.1-13). Esta predilección de Jesús por el grupo lo vemos delimitado por algunas imágenes marcanas como son: la imagen de la mesa y la imagen de una familia nueva, ambas arraigadas profundamente en la cultura judía. Mc 2.15 dice que: “…Jesús estaba reclinado (comiendo) a la mesa en casa de Leví, muchos publicanos y pecadores se reclinaron (synanekeinto) con él…”, se recostaron a comer juntos, actitud que apunta hacia la superación de las antiguas diferencias, de los grupos divididos. Marcos nos ofrece en torno a la mesa de Jesús reconciliación, y por lo tanto inclusión. Jesús dice en Mc 3.35 que: “Quien cumpla la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.” De esta manera surge una nueva familia.
Así imagina Jesús a su familia de seguidores: un grupo de hermanos y hermanas que le siguen para acoger y difundir la compasión de Dios en el mundo.”
Así, las imágenes de la mesa y de una nueva familia se convierten en signos de inclusión fraterna, alrededor de Jesús.
El relato de Mc 8.1-9 nos presenta a un Jesús conmovido por el hambre de la gente (en tierra extranjera), más no es una preocupación pasajera, pues el texto menciona el conocimiento de la situación, que Jesús, tiene de ellos (v.3), “este relato evoca el tiempo del desierto (Éxodo) y la provisión de parte de Dios”; sin embargo lo más resaltante de esta narración es el acto (praxis) de Jesús de proveer soluciones inmediatas a problemas inmediatos, esto a través de la solidaridad de la propia gente allí presente y la participación de sus discípulos. Esta orientación diádica de Jesúsera propia de su cultura; no podía ser indiferente al otro/a. Su ecumenismo tenía un sentido praxico y ético.
En un contexto de desesperanza, por el rechazo y persecución que atravesaba la comunidad marcana (4.17, 10.30, 13.11-19), el relato de Marcos introduce un acontecimiento esperanzador y provocador que es, el reinado de Dios sobre la tierra, encarnado (autobasileía) en Jesús de Nazaret. Mc. 1.14-15 evoca a Is 52.7, donde dice: “¡Qué bellos son por los montes los pies del mensajero de buenas noticias, que anuncia la paz, que trae la dicha, que anuncia la salvación y dice a Sión: ‘Tu Dios es rey’!” Cuando Marcos habla del reinado de Dios:
No estamos ante cualquier abstracción etérea, sino ante una buena noticia que nos habla de que Dios vuelve para reunir a su pueblo, para reinar sobre él, para liberarlo de los opresores y para convertirlo, bajo la soberanía de Dios, en una señal atractiva para todas las naciones.
El reinado de Dios como acontecimiento y mensaje, es pues en Marcos una realización y signo de esperanza escatológica.
Marcos, culmina su narración en clave de seguimiento. Un joven comunica a las mujeres una tarea, una misión: “…vayan a decirles a los discípulos y a Pedro: ‘Él va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán, tal como les dijo.’”,Mc 16:7. Así pues, Galilea se torna el lugar de encuentro, de partida, de llegada, de vocación. Han (hemos) de volver a Galilea para encontrarse con su maestro, para seguir los pasos de su maestro. Seguir sus opciones, su horizonte, su vocación, su espíritu ecuménico.

La revelación del Amor trinitario

La revelación del Amor trinitario

30 El testimonio del Nuevo Testamento, con el asombro siempre nuevo de quien ha quedado deslumbrado por el inefable amor de Dios (cf. Rm 8,26), capta en la luz de la revelación plena del Amor trinitario ofrecida por la Pascua de Jesucristo, el significado último de la Encarnación del Hijo y de su misión entre los hombres. San Pablo escribe: « Si Dios está por nosotros ¿quién contra nosotros? El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas? » (Rm 8,31-32). Un lenguaje semejante usa también San Juan: « En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados » (1 Jn 4,10).

31 El Rostro de Dios, revelado progresivamente en la historia de la salvación, resplandece plenamente en el Rostro de Jesucristo Crucificado y Resucitado. Dios es Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo, realmente distintos y realmente uno, porque son comunión infinita de amor. El amor gratuito de Dios por la humanidad se revela, ante todo, como amor fontal del Padre, de quien todo proviene; como comunicación gratuita que el Hijo hace de este amor, volviéndose a entregar al Padre y entregándose a los hombres; como fecundidad siempre nueva del amor divino que el Espíritu Santo infunde en el corazón de los hombres (cf. Rm 5,5).

Con las palabras y con las obras y, de forma plena y definitiva, con su muerte y resurrección,[Cf. Concilio Vaticano II, Const. dogm. Dei Verbum, 4: AAS 58 (1966) 819] Jesucristo revela a la humanidad que Dios es Padre y que todos estamos llamados por gracia a hacernos hijos suyos en el Espíritu (cf. Rm 8,15; Ga 4,6), y por tanto hermanos y hermanas entre nosotros. Por esta razón la Iglesia cree firmemente « que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Señor y Maestro ».[Concilio Vaticano II, Const. past. Gaudium et spes, 10: AAS 58 (1966) 1033]

32 Contemplando la gratuidad y la sobreabundancia del don divino del Hijo por parte del Padre, que Jesús ha enseñado y atestiguado ofreciendo su vida por nosotros, el Apóstol Juan capta el sentido profundo y la consecuencia más lógica de esta ofrenda: « Queridos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos unos a otros. A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud » (1 Jn 4,11-12). La reciprocidad del amor es exigida por el mandamiento que Jesús define nuevo y suyo: « como yo os he amado, así amaos también vosotros los unos a los otros » (Jn 13,34). El mandamiento del amor recíproco traza el camino para vivir en Cristo la vida trinitaria en la Iglesia, Cuerpo de Cristo, y transformar con Él la historia hasta su plenitud en la Jerusalén celeste.

33 El mandamiento del amor recíproco, que constituye la ley de vida del pueblo de Dios,[Cf. Concilio Vaticano II, Const. dogm. Lumen gentium, 9: AAS 57 (1965) 12-14] debe inspirar, purificar y elevar todas las relaciones humanas en la vida social y política: « Humanidad significa llamada a la comunión interpersonal »,[Juan Pablo II, Carta ap. Mulieris dignitatem, 7: AAS 80 (1988) 1666] porque la imagen y semejanza del Dios trino son la raíz de « todo el “ethos” humano… cuyo vértice es el mandamiento del amor ».[Juan Pablo II, Carta ap. Mulieris dignitatem, 7: AAS 80 (1988) 1665-1666] El moderno fenómeno cultural, social, económico y político de la interdependencia, que intensifica y hace particularmente evidentes los vínculos que unen a la familia humana, pone de relieve una vez más, a la luz de la Revelación, « un nuevo modelo de unidad del género humano, en el cual debe inspirarse en última instancia la solidaridad. Este supremo modelo de unidad, reflejo de la vida íntima de Dios, Uno en tres personas, es lo que los cristianos expresamos con la palabra “comunión” ».[Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 40: AAS 80 (1988) 569]

Este Compendio se publica íntegramente, por entregas, aquí.

Fr. Nelson M.
amigos@fraynelson.com

massimo, el franciscano DESCALZO QUE CONMOVIO LA PLAZA de SAN PEDRO

HERMOSO EJEM´PLO A SEGUIR , VIVA FRANCISCO

El Rapto de la Iglesia sucederá?

apologética católica , defendiendo y dando razones de nuestra fe