Archivos Mensuales: noviembre 2011
EL PODER DE LA VOLUNTAD
ORIENTACIÓN DE AYUDA para quien dice NO CREER EN RELIGIONES SINO EN JESUCRISTO. de Sacerdote HECTOR PERNIA
Pablo habla que el apóstata es aquel que es adversario de la religión (2 Tes 2,3), critica a aquellos que hacen de la religión un puro negocio (1 Tim 6,5), caso ejemplo de un pastor evangélico en San Cristóbal, Edo Táchira, que está construyendo un edificio de unos 6 apartamentos que está vendiendo en 700 millones de bolívares cada uno. ¿De dónde sacó ese dinero? No llega aún a los 30 años de edad. También un delincuente, cuando le di una bíblia de regalo me contestó: “chamoooo,, una Biblia.. mas finoooo… eso da real… Yo me voy a meter a pastor!.”
Cuántos han sido los regímenes de estado absolutistas que han pretendido extirpar y hacer desaparecer de las mentes de varias naciones la religión, la relación con Dios en las personas y han fracasado. La relación con el trascendente es connatural al hombre y esto es lo que olvida quien habla diciendo que la religión no sirve. Debemos decir, «perdónales, Señor, pues seguramente no saben lo que están diciendo» y corroborar lo que el Papa ha dicho en su reciente encuentro en Alemania con la Iglesia Evangélica alemana: «un hombre que desconoce a Dios es un hombre manipulable». Es curioso que quienes quieren dominar a las personas en los regímenes absolutistas encuentran justamente en eliminar la religión y debilitar la educación, uno de sus mejores moviles o pasos para establecerse perennemente en el poder.
Por lo tanto… si dices que la RELIGION NO SIRVE.. tú estás diciendo que UNIRSE A DIOS no sirve. ¿Comprendes lo grave de tus palabras? y si tu crees en Dios… eres entonces mas religioso de lo que te imaginas. Por eso.. no vuelvas a decir que no crees en la religión porque te estas contradiciendo, y estas matando a Aquel que siempre dices amar.
A todos los APOLOGETAS y CATÓLICOS en general: SENDA de RETORNO de nuestr@s HERMAN@S ESPERAD@S
A todos los APOLOGETAS y CATÓLICOS en general: SENDA de RETORNO de nuestr@s HERMAN@S ESPERAD@S
El Misionero Faced’Dios
Por los signos que veo en los pasos que da el Papa BenedictoXVI, la iglesia esta dando en este momento un giro; está marcando una nuevadirección para la Iglesia y siento que es el Espíritu Santo quien lo estaconduciendo todo. Te animo a seguir esta senda; es la senda de REDESCUBRIR LAFE CATÓLICA, MOSTRÁRSELA AL MUNDO, HACERLE SABER AL MUNDO PORQUÉ SOMOSCATÓLICOS.
Mira en nuestro blog FACED’DIOS, y lee de allí losdocumentos fundacionales de esta Misión Católica y de allí podrás responder ala invitación que te hago. Ser Faced’Dios por el resto de tus días.
ADVIENTO Y NAVIDAD
Son tres: El profeta Isaías, Juanel Bautista y la Virgen María.
el adviento
Posted: 25 Nov 2011 07:30 PM PST
Si nuestra Madre, la Santa Iglesia, pasa el tiempo del Adviento ocupada en esta solemne preparación al advenimiento de Jesucristo; si como las vírgenes prudentes, permanece con la lámpara encendida para la llegada del Esposo; nosotros, que somos sus miembros e hijos, debemos participar de los sentimientos que la animan y hacer nuestra esta advertencia del Salvador: “Cíñase vuestra cintura como la de los peregrinos, brillen en vuestras manos antorchas encendidas, y vosotros sed semejantes a los criados que están a la espera de su amo” (San Lucas, 12, 35).
En efecto, la suerte de la Iglesia es también la nuestra; cada una de nuestras almas es objeto, por parte de Dios, de una misericordia y de una providencia semejantes a las que emplea con la misma Iglesia. Sí ella es el templo de Dios, es porque se compone, de piedras vivas; si es la Esposa, es porque está formada por todas las almas invitadas a la unión eterna con Él. Si es cierto que está escrito que el Salvador conquistó a la Iglesia con su Sangre (Hebreos, 20, 28), cada uno de nosotros hablando de sí mismo puede decir como San Pablo: Cristo me amó y se entregó por mí (Gálatas, 2, 20). Siendo pues idéntica nuestra suerte, debemos esforzarnos durante el Adviento en asimilar los sentimientos de preparación que vemos que embargan a la Iglesia.
En primer lugar, es un deber nuestro el unirnos a los Santos del Antiguo Testamento para pedir la venida del Mesías y pagar así la deuda que toda la humanidad tiene contraída con la misericordia divina. Para animarnos a cumplir con este deber, transportémonos con el pensamiento al curso de estos miles de años, representados por las cuatro semanas del Adviento y pensemos en aquellas tinieblas, en aquellos crímenes de toda clase en medio de los cuales se movía el mundo antiguo. Nuestro corazón debe sentir con la mayor viveza el agradecimiento que debe a Aquel qué salvó a su criatura de la muerte y que bajó hasta nosotros para ver más de cerca y compartir todas nuestras miserias, fuera del pecado. Debe clamar con acentos de angustia y confianza hacia Aquel que se dignó salvar la obra de sus manos, pero que quiere también que le hombre pida e implore su salvación. Que nuestros deseos y nuestra esperanza se dilaten con estas ardientes súplicas de los antiguos Profetas que la Iglesia pone en nuestros labios; abramos nuestros corazones hasta en sus últimos repliegues a los sentimientos que ellos expresan.
Cumplido este primer deber, pensaremos en el advenimiento que el Salvador quiere hacer en nuestro corazón. Advenimiento lleno de dulzura y de misterio y que es consecuencia del primero, puesto que el Buen Pastor no viene solamente a visitar a su rebaño en general, sino que extiende sus cuidados a cada una de sus ovejas, aún a la centésima que se había extraviado. Ahora bien, para captar todo este inefable misterio, es necesario tener presente que así como no podemos ser agradables a nuestro Padre Celestial sino en la medida que ve en nosotros a Jesucristo, su Hijo, este Divino Salvador tan bondadoso se digna venir a cada uno de nosotros para transformarnos en Él, si lo consentimos, de suerte que no vivamos ya nuestra vida sino la suya. Éste es el objetivo del Cristianismo: la divinización del hombre por Jesucristo. Tal es la tarea sublime impuesta a la Iglesia. Con San Pablo dice Ella a los fieles:
“Vosotros sois mis hijitos, pues os doy un nuevo nacimiento para que Jesucristo se forme en vosotros” (Gálatas, 4. 19).
Pero lo mismo que al aparecer en este mundo, el Divino Salvador se mostró primeramente bajo la forma de un débil niño, antes de llegar a la plenitud de la edad perfecta necesaria para que nada faltase a su sacrificio, del mismo modo tratará de desarrollarse en nosotros. Ahora bien, es precisamente en la fiesta de Navidad cuando quiere nacer en las almas y cuando derrama sobre su Iglesia una gracia de Nacimiento, a la cual no todos son ciertamente fieles. Porque mirad la situación de las almas a la llegada de esta inefable fiesta. Las unas, el número más reducido, viven plenamente de la vida de Jesucristo que está en ellas y aspiran continuamente a crecer en esta vida. Las otras, en mayor número, están vivas ciertamente, por la presencia de Cristo, pero enfermas y endebles por no desear el aumento de esta vida divina; porque su amor se ha resfriado. Los demás hombres no gozan de esta vida, están muertos, porque Cristo dijo: “Yo soy la vida”.
Durante los días del Adviento pasa llamando a la puerta de todas estas almas, bien sea de una manera sensible; o bien de una manera velada. Les pregunta si tienen sitio para Él, para que pueda nacer en ellas. Y aunque la posada que reclama sea suya, porque Él la construyó y la conserva, se queja de que “los suyos no lo quisieron recibir”, al menos la mayoría de ellos.
“Por lo que toca a aquellos que lo recibieron, les dio poder para hacerse hijos de Dios y no hijos de la carne o de la sangre” (San Juan, 1, 11-13.)
Preparaos, por tanto, vosotras, almas fieles; que lo guardáis dentro de vosotras como un preciado tesoro y que desde tiempo atrás no tenéis otra vida que su vida, otro corazón que su corazón, otras obras que sus obras, preparaos a verlo nacer en vosotras más hermoso, más radiante, más poderoso que hasta ahora lo habíais conocido. Tratad de descubrir en las frases de la santa liturgia estas palabras misteriosas que hablan a vuestro corazón y encantan al Esposo.
Ensanchad vuestras puertas para recibirlo nuevamente, vosotras que lo tenéis ya dentro pero sin conocerlo; que lo poseéis pero sin gozarlo. Ahora vuelve a venir con renovada ternura; ha olvidado vuestros desdenes, quiere renovarlo todo. Haced sitio al Divino Infante porque querrá crecer en vosotras. Se aproxima el momento. Las palabras de la liturgia son también para vosotras; hablan de tinieblas que sólo Dios puede deshacer, de heridas que sólo su bondad puede curar, de enfermedades que únicamente pueden sanar por su virtud.
Y vosotros, cristianos, para quienes la Buena Nueva es como si no existiera, porque vuestros corazones están muertos por el pecado, bien se trate de una muerte que os aprisiona en sus cadenas desde hace mucho tiempo, o bien de heridas recientes: he aquí que se acerca el que es la vida. “¿Por qué habréis de preferir la muerte? Él no quiere la muerte del pecador sino que viva” (Ezeq. 28, 31-32). La gran fiesta de su Nacimiento será un día de universal misericordia para todos los que quieran recibirlo. Éstos volverán con Él a la vida; desaparecerá toda su vida anterior, “y la gracia sobreabundará allí donde la iniquidad ha abundado” (Romanos, 5, 20).
Y si la ternura y suavidad de este misterioso advenimiento no nos seduce, porque tu recargado corazón no es capaz todavía de experimentar confianza, porque después de haber sorbido la iniquidad como el agua, no sabes lo que es aspirar por amor a las caricias de un Padre cuyas llamadas has despreciado, entonces debes pensar en ese otro Adviento terrorífico que ha de seguir al que se realiza silenciosamente en las almas. Escucha los crujidos del universo ante la proximidad del Juez terrible. Contempla los cielos huyendo ante tu vista, desplegándose como un libro; aguanta, si puedes, su aspecto, su mirada deslumbrante: mira sin estremecerte la espada de dos filos que sale de su boca (Apocalipsis, 1, 16); escucha, por fin, esos gritos lastimeros: “Oh montes, caed sobre nosotros; oh rocas; cubridnos” (San Lucas, 23, 30). Estos gritos son los que lanzarán en vano aquellas desgraciadas almas que no quisieron conocer el día de su visita. Por haber cerrado su corazón a Dios que lloró sobre ellas, bajarán a horas vivas al fuego eterno, cuyas llamas son tan ardientes que devoran los frutos de la tierra y los más ocultos fundamentos de las montañas. Allí es donde el gusano eterno roe un pesar que no muere nunca.
Aquellos que no se conmueven ante la noticia de la próxima venida del celestial Médico, del Pastor que generosamente da la vida por sus ovejas, mediten durante el Adviento en el tremendo pero innegable misterio de la Redención humana, inutilizada por la repulsa que de ella hace con frecuencia el hombre. Calculen sus fuerzas y si desprecian al Infante que va a nacer, consideren si serán capaces de luchar con el Dios fuerte el día que venga, no a salvar, sino a juzgar.
Por lo demás, este temor no es sólo propio de los pecadores, es un sentimiento que debe experimentar todo cristiano. El temor, si va solo, hace esclavos; si lo acompaña el amor, dice bien del hijo culpable que busca el perdón de su irritado padre. Aún cuando el amor lo arroje fuera, a veces reaparece como un rayo pasajero, para conmover felizmente, el corazón del alma fiel hasta sus más íntimos fundamentos. Entonces siente revivir en sí el recuerdo de su miseria y de la gratuita misericordia del Esposo.
De todo esto se puede sacar en consecuencia que el Adviento es un tiempo dedicado principalmente a los ejercicios de la vía purgativa; esto está bien significado por aquella frase de San Juan Bautista que la Iglesia repite con tanta frecuencia durante este santo tiempo: “¡Preparad los caminos del Señor!” Que cada uno de nosotros trabaje, pues, seriamente en allanar el camino por donde ha de entrar Cristo en su alma. Los justos, siguiendo la doctrina del Apóstol, “olviden lo que han hecho en el pasado” y trabajen con nuevos ánimos. Apresúrense los pecadores a romper los lazos que los cautivan, las costumbres que los dominan; mortifiquen su carne, comenzando el duro trabajo de sujeción al espíritu. Oren sobre todo con la Iglesia. De esta manera, cuando venga el Señor, tendrán derecho a esperar que no pase de largo por su puerta sino que entre, puesto que ha dicho (Apocalipsis, 3, 20), dirigiéndose a todos: “He aquí que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abriere, entraré en su casa”.
Dom Próspero Guéranger, de su obra “El año litúrgico”.
Espiritualidad Paulina – Seguir a Cristo
Espiritualidad Paulina – Seguir a Cristo
Para San Pablo, la espiritualidad significó “vivir” en Cristo y apreciar los dones del Espíritu otorgados para “construir el Cuerpo de Cristo” aquí y ahora. No se puede hablar del seguimiento de Cristo, del proceso de la vida cristiana, de la fraternidad, de la oración, de la espiritualidad cristiana sin entrar de fondo en lo que es la vida en Cristo. Por eso Pablo no se cansa de repetir la frase “ser en Cristo.” El cristiano existe en Cristo (1Cor. 1-2; Rom. 8,1), es uno en Cristo (Gal. 3, 28), y es santificado en Cristo (1 Cor. 1,2).
La culminación de ser en Cristo y de ser habitados por Dios, es vivir en El: el Espíritu de Dios habita en vosotros (Rom. 8, 9,11); no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mi (Gal.2, 20).
Estar en Cristo, participar de la vida que él tiene y es, recibida del Padre, es el centro y el fundamento de la existencia del creyente, y la máxima plenitud a la que todos podemos aspirar. Es conocer al Padre, amar al Padre, confiar en el Padre, vivir en comunión con el Padre, escuchar al Padre. (Col. 1,9-10).
No existe una manera rápida para alcanzar este reto, para convertirnos a Dios y transformar nuestras vidas. Exige años de esfuerzo, de búsqueda, de escuchar todo de la vida, de aprender a escuchar la voz de Dios.
En medio del ruido ensordecedor de la vida diaria, escucha con el corazón de Cristo. Escucha con oído de amante. Escucha la voz de Dios. Escucha en tu propio corazón el sonido de la verdad.
Hasta que algún día podamos escuchar a aquellos que amamos, pero sobretodo podamos llegar a amar a los que nos desagradan y descubrir que la santidad está aquí y ahora. Entonces podremos recoger la cosecha de toda una vida de conocer a Cristo, de ser en Cristo, y afirmar con san Pablo: «vivo, no yo, sino que es Cristo quien vive en mí» (Gal.2,20)
Santísima Trinidad |
El Celibato Sacerdotal
El Celibato Sacerdotal
Por: Joel Adán Domínguez
El celibato se ha convertido en una controversia dentro y fuera de la Iglesia Católica, la gran mayoría de los pastores protestantes son casados, en algunas congregaciones es una obligación que sean casados, y en cambio, los sacerdotes Católicos han decidido ser célibes para servir al Señor.
Esto es una cosa que se ve con la mejor disposición para quien entiende que ser célibe es la mejor manera de servir al Señor, lo lamentable es que las sectas protestantes se meten en todo, hasta pretender meterse en las decisiones de quienes deciden dejarlo todo y consagrar su vida a Dios. De un tiempo para acá los periodistas se han encargado de difamar a la curia de la Iglesia y a todos los sacerdotes diciendo que la gran mayoría de los conflictos internos y sobre todo los casos de sacerdotes pederastas se debe a que la iglesia les prohíbe el matrimonio. Pero veamos que esa es una verdad mediática, que no decirla completa solo confunde, pues ¿a quién se le obliga a ser sacerdote?
EL SERVICIO A DIOS
Los hermanos separados citan:
Gn 1,28… creced y multiplicaos…
Esto como un mandato bíblico, pero ¿Qué pasa con las personas que no se pudieron casar? No podríamos decir que pecaron, por tanto, no podemos decir que sea obligatorio casarse.
Para el sacerdocio Católico en la Iglesia de rito latino es obligatorio no casarse, mas en la Iglesia oriental no lo es, pero en la Iglesia Católica de oriente, al que decide ser célibe, (la mayoría de los casos) se le ve de una manera extraordinaria, y conlleva mayor respeto para un sacerdote célibe que se ocupa solo de su iglesia.
Los sacerdotes Católicos son célibes porque han decidido seguir a Jesús, y Jesús el Señor y Sumo Sacerdote no se casó (Hb 4,14).
Los sacerdotes Católicos son célibes porque quieren imitar a Juan el Bautista, que dedicó su vida al Señor (Lc 1,13-17).
Los sacerdotes Católicos son célibes por consejo de San Pablo, cuando siguió a Cristo decidió no casarse, para dedicar el resto de su vida al Señor.
1 Co 7,8… no obstante digo a los solteros y a las viudas: bien les conviene quedarse como yo, pero si no pueden contenerse cásense, pues es mejor casado que abrazado.
1 Co 7,32-40… porque el no casado se ocupa de las cosas del Señor y de cómo agradar al Señor. Y el casado se ocupa de las cosas del mundo y de cómo agradar a su mujer, por tanto, es un hombre dividido…os digo esto para nuestro bien, no para lanzarles un lazo, sino para moverlos a lo mas digno del trato asiduo en el Señor, sin distracciones… será mas feliz permanecer así según mi consejo; pues también yo creo tener Espíritu Santo.
El apóstol san Juan, cuando siguió a Cristo desde su adolescencia, permaneció toda su vida célibe, nunca en la biblia y ni por rumor se le conoció esposa alguna.
A ciencia cierta solo conocimos esposa de Pedro, porque Pedro al seguir a Cristo, ya tenía esposa (Mt 8,7).
De la misma manera, no encontramos en la Biblia ni en la tradición de la Iglesia a esposas de Santiago, Judas el Tadeo, Mateo etc. aunque es muy posible que varios de los doce si iban en compañía de sus esposas como lo iba Pedro (1 Co 9,5). La traducción de 1 Co 9,5 es muy variada, pues literalmente quiere decir “Una mujer hermana” o “Una mujer acompañante de la fe” o mejor dicho “una mujer cristiana” pero como es de esperarse, las traducciones protestantes dicen “una esposa” cuando no es posible según el griego asegurar esta traducción afirmativa, pues la palabra mas utilizada para afirmar que alguien es esposa del alguien es “mujer de”, “tu mujer” etc. por ejemplo Mt 1,20. Pablo no utiliza las palabras “mujeres de ellos” sino mujeres hermanas. Lo más factible sería que estas mujeres fueran servidoras que se ocupaban de las cosas materiales de los apóstoles, como el caso de Jesús en Lc 8,2-3 pues sabemos que Jesús no tenía esposas.
En la Biblia Reina Valera dice “esposa”, pero la palabra que aquí aparece en griego es gunaike- gunaika, que quiere decir mujer, pero lo peor es que aparte en 1 Co 9,5, va acompañada de la palabra hermana, o sea una mujer hermana, no mujer solamente, que es imposible traducirse como esposa, pero la Biblia Reina Valera ha llegando al absurdo de traducir: … ¿No tenemos derecho a llevar con nosotros una hermana por esposa? pero ni modo, así es el mundo de quien traduce las Biblias para que el hombre no encuentre la verdad y el sentido de las escrituras.[1] Nuevo testamento interlineal Griego – Español, del protestante Francisco Lacueva. p 678.
Los hermanos separados citan:
1 Tim 3,1-12… si alguno aspira al cargo de obispo, buena obra desea, es pues necesario que el sea irreprensible, casado una sola vez, sobrio, sensato, educado… el diacono es necesario que sea digno, noble, no dado a beber mucho vino… sean casados una sola vez.
Tit 1,6… el candidato tiene que ser intachable, casado una sola vez.
Nos damos cuenta que esto no es un mandato, sino un requisito no imperativo, que el que sea casado tenía que serlo una sola vez, era indispensable que lo sea una sola vez, pues si no pudo sostener un matrimonio anteriormente, mucho menos podría sostener un matrimonio y aparte su servicio a la Iglesia, pues dice San Pablo que sean casados una sola vez, no que tenían que ser casados solamente, pues el que era casado que lo sea una sola vez, en la Iglesia primitiva el que era casado antes de entregarse al servicio de Cristo así permanecía, pero el que no, también permanecía como estaba, testimonios de célibes sobran, pues está el mismo san Pablo que escribió esto, el apóstol san Juan, san Ignacio de Antioquia, san Justino Mártir, Clemente de Roma, etc. y la gran mayoría de los papas desde el principio que permanecieron célibes. Jesús mismo recomendó permanecer célibe para servir a Dios.
Lc 18,29… yo os aseguro que nadie que haya dejado casa, mujer, hermano, padre, madre e hijos, por el reino de los cielos quedará sin recompensa.
Mt 19,11-12… no todos entienden este lenguaje sino a los que se les ha concedido. Porque hay eunucos que nacieron así desde el seno de su madre, hay eunucos que fueron hechos así por los hombres, pero hay quienes se hicieron así mismos por el reino de los cielos. Que entienda el que pueda…
Eunuco: hombre castrado incapaz de contener matrimonio y tener descendencia.
Vemos que ningún pastor protestante entiende este lenguaje del Señor. Lo malo del asunto es que muchos de estos pastores viven molestando para que mucha gente siga sin entender. El celibato en la Iglesia primitiva no era obligatorio, pero si era la mejor recomendación para quienes desean servir a Cristo.
San Ignacio de Antioquia, año 107 o 110 d.C. “Epístola a Policarpo de Esmirna”
Cap. V… recomienda a mis hermanos (presbíteros)… que si alguno puede permanecer en castidad para honrar la carne del Señor, que lo haga sin jactarse… si se casan que lo hagan con una celebración con el consentimiento del Obispo… Que todo se haga para honra de Dios.
Los hermanos separados citan:
1 Tim 4,1-3… en los días postreros, algunos renegarán de la fe para seguir espíritus seductores y doctrinas falsas, aparecerán hombres mentirosos con la conciencia marcada con la señal de los infames, estos prohíben el matrimonio y comer ciertos animales…
Ellos dicen que la Iglesia prohíbe casarse a los sacerdotes, es cierto que el papa con su poder de atar y desatar prohibió casarse desde el siglo III a los que quieran ser ministros del Señor, mas a nadie se le obliga a ser sacerdote, y por tanto, en la Iglesia no se prohíbe el matrimonio, muy probablemente Pablo se refería en su tiempo a los Esenios o posteriormente a los Maniqueos, que pensaban que el matrimonio era algo malo y esclavizante, y tenían como regla el no casarse así fueran fieles o ministros. La Iglesia no prohíbe el matrimonio a los demás, comparar el celibato con prohibir el matrimonio es una comparación pésima, pues el celibato es un acto voluntario y la prohibición es un acto involuntario. Por otro lado olvidan que Pablo no se casó. Pobre san Pablo, tanto que lo leen y ningún hermano separado sigue su forma de vida.
El matrimonio en la Iglesia Católica es algo tan sagrado que no hay motivos para prohibirse, es el acto más grande que puede hacer una pareja; consagrar su vida en unión con Dios (Ef 5,32). para la Iglesia Católica el matrimonio es un sacramento que no se puede disolver, una vez casado ya no podrás descasarte como sucede en las Iglesias separadas que toman como un acto formal de unión, donde se pueden casar y descasar. En la Iglesia Católica, lo que Dios unió no lo separe el hombre (Mt 19,6-9) (Mt 5,32) (1 Co 7,10).
¿ PROBLEMAS DEL CELIBATO ?
Algunas veces en las noticias hemos visto un fenómeno que nunca antes se había observado, están saliendo sacerdotes violadores, sobre todo en Estados Unidos, las cifras no son como el demonio las quisiera ver pues de los pocos casos el 80% sale exonerado de culpas. Pues alguien que es acusado no es culpable hasta que se demuestre lo contrario, y en caso de injusticia, allá está Dios quien todo lo ve y todo lo juzgará.
La situación ha dado cabida a que los hermanos separados hagan leña del árbol caído, dan pena ver que hasta en su proselitismo ya divulgan con más fuerza lo que ni las noticias dicen, pero lo peor de todo es que culpan al celibato de que pase esto.
La situación con alguien que viola a alguien, no es por haber hecho votos de celibato, pues entre los violadores, los sacerdotes no están ni en las cifras de denuncias del porcentaje de tipo de personas que viola a menores, consulte cifras recientes confiables sino que los familiares son los principales causantes de violaciones a menores.
Así que el celibato queda de lado del que sea un motivo de violaciones, cuando algún sacerdote ya “no aguanta las ganas” se pide una dispensa y queda libre de casarse con quien quiera porque el obispo reduce su situación al estado laical, y sigue siendo un Católico y fiel al Señor como cualquier otro. Conozco el caso de muchísimos padres de familia, santos y excelentes, que antes eran sacerdotes y en medio de su servicio a Dios se enamoraron y decidieron dejar bien su situación con la Iglesia, pero conozco casos como el del ahora reverendo Alberto que no solo no se atrevió a decir la verdad a su feligresía ocasionando un escándalo por haberlo descubierto, sino que comenzó a decir hipócritamente que la Iglesia estaba mal al no dejar que se casara cuando el mismo defendía el celibato católico, en este caso no es sabio cambiar de opinión, ya que ya vimos la opinión del propio Jesús.
El Padre Alberto, cuando era un exelente defenzor de la Iglesia… y el ahora reverendo Alberto de la Iglesia Episcopal, pero ahora anda diciendo que la Iglesia está equivocada
A pesar de que ha habido muchos rumores de pederastas, los condenados son pocos, pero de esta manera, también ha habido pastores protestantes violadores sobre todo en el estado de Chiapas México y en Centroamérica (que son casados), inclusive se ha visto en las noticias que llegan a pedir a las hijas de los fieles para tener relaciones sexuales con tal que el pastor les pase por alto el diezmo o la condenación. Y qué decir del líder de las iglesias evangélicas en Estados Unidos que fue demandado por un homosexual, un escándalo que muchos hermanos separados mejor se callaron, porque tienen que dar la impresión de que en su iglesia hay pura santidad, pues el pastor tuvo que aceptar sus culpas. Es por eso que es mejor que los hermanos separados en vez de juzgarnos se pongan en oración con nosotros y le pidamos fuerzas a Dios para superar nuestras debilidades.
El pastor Evangelico de miles orante y perseverante en la fe y despues en una entrevista confesando los hechos.
Todo esto anterior se puede resumir en unas cuantas palabras:
Lc 6,37… no juzguéis sino queréis ser juzgados, no condenéis sino queréis ser condenados…
QUE UN CURA NO SEA CÉLIBE SI ES PROBLEMA
Todos hablamos de que no tiene nada de malo que un sacerdote sea casado, eso de antemano sabemos que no, no es malo, pero dejamos de lado todos los problemas que hay en que un hombre dividido sea nuestro pastor, ya que nuestra administración pastoral no es como la administración de las iglesias protestantes, evangélicas, pentecostales y demás, en esas iglesias todos los pastores son casados, la mayoría son profesionistas, tienen algún trabajo a parte de pastorear su iglesia, en algunas iglesias más serias los únicos que pueden alcanzar el grado de pastor son los que estudiaron teología.
¿Pero qué viene al caso eso? La cuestión es que los pastores tienen a su mujer, y su familia, pero no están de tiempo completo atendiendo a su feligresía, la iglesia que atienden se reúne si acaso 5 veces a la semana, solo un par de horas, mientras que los pastores católicos están día y noche al servicio del feligrés, ministrando las cosas del Señor, la mayoría de nuestros templos tienen algún cuartito donde nuestros sacerdotes viven. ¿te has puesto a pensar lo que pasaría si fuese casado tu sacerdote?
Imagina que pasaría cuando a tu sacerdote siendo cura o vicario, el obispo decidiera enviarlo a otra comunidad, esto sucede a menudo, porque el obispo sabe de las capacidades de cada uno de sus sacerdotes y tiene que moverlos de una comunidad a otra, un hombre solo va y viene sin tanto problema de una parroquia a otra, pero trasladar a una familia entera de una comunidad a otra entorpecería las labores pastorales del obispo, las escuelas de los niños, el trabajo de la esposa (si tuviese) todo tendría que mudarse.
Todos sabemos que nuestros pastores deben ser el ejemplo vivo del evangelio, debe ser Cristo entre nosotros, y yo tengo constatado que la mayoría de nuestros pastores son personas que buscan día a día la santidad, pero ¿Qué pasaría si la esposa no fuera como se ve su marido? ¿Qué diría toda la gente si el sacerdote tuviese un hijo rebelde como nos suele suceder? Imagina como criticarían al sacerdote que todos los domingos nos exhorta a la santidad teniendo un hijo así.
¿Qué pasaría si en una comunidad donde tienen cura y vicario las esposas de ambos no se la llevaran bien?
¿Qué se pondría a murmurar toda una comunidad si un sacerdote llegase a separarse de su mujer?
Imagínate un domingo sin misas porque el cura se ocupó de un asunto familiar. Ponte a pensar que pasaría si tu sacerdote estuviera casado con una señora celosa.
Ahora bien, muchos hermanos separados me podrán decir que eso no pasa en su Iglesia, pero como comenté al principio, sus pastores no atienden de tiempo completo la Iglesia, por eso fácilmente acomodan un horario para atender a los feligreses, y aun así, yo les aseguro que mas de algún conflicto ha de haber, algo se ha dejado de hacer porque el pastor es un hombre dividido que no entrega su vida completamente al servicio de Dios.
Esto que les digo seguramente pasó en los primeros siglos del cristianismo, por esto y más, la Iglesia tuvo que poner la norma ya en el siglo III de que los hombres que quisieran servir a Dios en la Iglesia debían ser solos, el poner esta disciplina debió ser algo tan obvio como necesario, además de que como vimos, todo está apoyado por consejo bíblico.
CONCLUSIÓN
El celibato en nuestros sacerdotes es de admirarse, en lo personal admiro mucho a los que decidieron consagrar toda su vida al servicio de Dios, imitando al Hijo del Altísimo, imitando la vida que llevó Juan el Bautista, san Pablo y varios apóstoles y la gran mayoría de los sucesores de los apóstoles. Esperemos pues que los hermanos separados algún día comprendan la decisión que tomaron nuestros pastores, que merecen nuestro respeto porque se animaron a dejarlo todo para seguir al Señor.
Mt 19,27-29… Pedro tomando la palabra le dijo: ya lo vez, nosotros hemos dejado todo por seguirte ¿Qué recibiremos pues?… todo aquel que haya dejado casa, padres, hermanos, hijos o campos por mi nombre, recibirá el ciento por uno, y heredará la vida eterna.
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“No hay duda que ser célibe es la mejor manera de servir a Dios, lo malo es que no conozco un sólo pastor protestante que quiera entregar completamente su vida a Jesucristo.”
Autor
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“Si la Iglesia Católica es fuerte, se debe al celibato de sus sacerdotes.”
Mahatma Gandhi
[1] Nuevo testamento interlineal Griego – Español, del protestante Francisco Lacueva. p 678.
El Megalinario de la Virgen y los Salmos (Lc 1:46-55)
1. Introducción
2. El género literario del himno
Una primera lectura atenta del himno nos permite deducir que se trata de una alabanza a la actuación salvífica de Dios. Justamente este es el tema principal de los salmos que pertenecen al género literario “alabanza”. Alonso Schökel, un especialista en los salmos, define este género diciendo que el salmo de alabanza “es un canto de alabanza a Dios, de ordinario por sus obras. El tono es festivo y suele ser coral. Se puede esquematizar en introducción, cuerpo y conclusión. Su fórmula general o resumida es: ‘alabad-al Señor-porque es bueno” (p. 92). Esta definición, es perfectamente aplicable al megalinario en todo sentido. El aspecto coral está presente en el himno de dos maneras: en la primera parte María representa a todo el Pueblo de Dios y en la segunda parte cuando se menciona al pueblo como los humildes y hambrientos (vv. 52 y 53).La típica apertura del cuerpo de la alabanza es la conjunción porque. Esta conjunción está presente en los vv. 48-49. En esta sección se evocan las razones de la alabanza y ofrece la reflexión teológica fundamental del himno. El megalinario tiene dos secciones: en la primera parte María se refiere a la intervención divina en su vida personal (vv. 46-50), mientras que en la segunda parte María relee la historia de salvación de todo el Pueblo desde antaño (vv. 51-56). Esto es perfectamente aplicable con los salmos de alabanza en los que se celebra “el ser y el obrar de Dios, en la naturaleza y en la historia… Ser y acciones de Dios pueden concentrarse en títulos o predicados; un participio puede sintetizar una acción o enunciar una constante” (Schökel, 93). En el himno de María encontramos cuatro títulos y/o predicados divinos: “Salvador”, “Poderoso”, “de Nombre Santo” y “Misericordioso”. Por otra parte el himno de María carece de participios que hablen de la acción divina, por lo contrario tiene 10 verbos en pasado simple (aoristo) indicativo que describen el obrar de Dios: dos verbos cuyo objeto es la virgen (v. 48-49) y ocho verbos cuyo objeto es el pueblo de Dios (v. 51-54). El empleo de verbos en aoristo en los salmos de alabanza es fácilmente constatable en los Sal 33; 47; 65:11-12; 100:3 y en muchos otros.La conclusión de los salmos de alabanza suele retomar la idea del comienzo. En este aspecto el himno de María ofrece una conclusión genérica y resume la obra de Dios en los vv. 54-55: “Socorrió a Israel, su siervo, acordándose de su misericordia, de la cual habló a nuestros padres, para con Abraham y su descendencia para siempre”. Las palabras claves que conducen al lector a la primera parte del himno son sin lugar a dudas “misericordia” vv. 50 y 54 y la expresión “Socorrió a Israel su siervo” que es una paráfrasis de “Salvador” en el v. 47.
Resumiendo entonces, el megalinario consta de una introducción (v. 46b-47), un cuerpo que se subdivide en la obra a favor de María (vv. 48-50) y en la obra a favor de todo el pueblo (51-53) y finalmente una conclusión que resume la salvación de Dios. Como resultado del análisis del género literario el himno se puede segmentar y presentar las estrofas del himno de la siguiente manera:
En cada uno de los ocho versos poéticos que componen este himno (señalados con números romanos en el texto) se puede detectar por lo menos una cita o alusión directa a los salmos. Hacer un cuadro sinóptico de esta intertextualidad sería muy aventurado o muy limitado porque la misma se realiza a diferentes niveles de la sintaxis y de la semántica de término y frases. Podemos decir que la intertextualidad se realiza en los siguientes aspectos: los términos “engrandecer” y “regocijarse” (vv. 46-47), los atributos divinos y los diez verbos de salvación, los atributos del pueblo de Dios y la teología salmista que veremos en la otra sección.
SINDROME DE ADOCTRINAMIENTO SECTARIO
- Presencia de “estados alterados de conciencia” (las operaciones del ‘Proceso de Internalización Cognitiva’ quedan alteradas, afectando la percepción acerca de lo que es bueno y malo para uno mismo y para los demás) manifestado a través de:
- Un repentino y drástico cambio o alteración en sus sistemas de valores, incluyendo el abandono de sus metas académicas, sociales o laborales anteriores. Lo que es bueno y malo para su futuro dentro de la sociedad cambia, puesto que la realidad del mundo cambia y pierde interés en lo que la sociedad le ofrece.
- Ataque a la evaluación del propio ‘yo’, desestabilizando los aspectos más centrales de la persona. Deterioro de la conciencia de sí mismos; el concepto sobre lo que es bueno y nocivo para sí mismo cambia totalmente.
- Cambio en la personalidad de los adeptos, con fuertes sentimientos de culpa. Desarrollan gran sentido de culpa, porque únicamente su líder entiende y conoce los pensamientos e intenciones propias; pero constantemente le acusa, con el propósito de intensificar necesidades de superación dentro de la secta, en sus adeptos .
- La conciencia social básica queda en el adepto minada. Su percepción de la realidad queda completamente alterada. Desarrollan una visión paranoica del mundo exterior y una desconfianza hacia sí mismos y hacia todos los que no pertenezcan a la secta. Se debe a que están convencidos de que únicamente su líder puede entender y conocer los pensamientos e intenciones del mundo exterior.
- El control de las emociones queda en el adepto alterado. Como resultado de la técnica de persuasión coercitiva, que consiste en ‘Negar el Yo’ (Destruir su ego. Es un ejercicio comúnmente enseñado por los líderes sectarios y no se debe confundir con el ‘Mecanismo de Defensa’ llamado ‘Negación’, que utiliza la persona para negar la existencia de un conflicto; rechaza o ignora su realidad al sentirse incapacitado para resolverlo. Es similar al Mecanismo de Defensa, pero la práctica consiste en conscientemente negarse satisfacer alguna necesidad.) Desarrollan conflictos emocionales al tratar de reprimir conscientemente sus emociones y sentimientos. El sufrimiento se agudiza en ellos, cuando al aceptar humillaciones de su líder o al aceptarle tareas indignantes, voluntariamente se desarman de sus mecanismos de protección, respeto y consideración hacia sus sentimientos y emociones, creyendo que tales necesidades son producto de su egoísmo y tienen que sacrificarlo. El líder sectario les acusa y convence acerca de su profundo egoísmo y por ello tienen que vencerlo.
- Los ‘Mecanismos de Defensa’ según los psicoanalistas, quedan alterados. Los utilizamos normalmente, como resultado de la autorregulación interna o del ‘Proceso de Equilibración del constructivismo de Jean Piaget’, cuando nos enfrentamos a un ‘conflicto cognitivo’ o a una disociación. Los‘Mecanismos de Defensa’ nos ayudan a encontrarle relación y lógica a lo inaceptable. Son reacciones que le permiten al adepto funcionar con normalidad, sin razonar. El Mecanismo de Defensa más utilizado por los adeptos es el de la ‘Negación’ y el peligro mayor de esta práctica no es el engaño, sino el grave daño emocional que se ocasionan. Por medio de la autosugestión aprenden a engañarse, ignorando y mostrando aparente indiferencia hacia cualquier dolor emocional. En algunas sectas el líder hace creer a los adeptos que tan solo seres muy superiores e iluminados pueden desasociarse totalmente de sus sentimientos, porque su espíritu tiene la capacidad de poder desprenderse del cuerpo y de la persona. Esas sectas son las más peligrosas, el estado alterado de conciencia tiene la capacidad de suscitar el desarrollo del “Trastorno de Identidad Disociativo”, anteriormente conocido con el nombre de ‘Trastorno de la Personalidad Múltiple’ (El adepto se autosugestiona para en determinados momentos ignorar su propia identidad).
- Falsa mejora de autoestima y seguridad; internamente esconde fuertes sensaciones de angustia. El verdadero sentir personal es suprimido. Se da cuando el adepto responde a las exigencias de mostrarse complacido, alegre y entusiasta todo el tiempo (Groenveld, 1999). Por medio de inducción de ideas y pensamientos, a través de técnicas sugestivas, el líder les enseña a autosugestionarse, convenciéndose de que son más felices y de que dentro de la secta todos se aman, a pesar de experimentar frecuentes rechazos, humillaciones y desprecios. El líder les hace creer que el camino que les traza, a través de sus enseñanzas, les transforma en seres superiores en lo intelectual, lo espiritual, emocional y con capacidad de percepción superior al promedio.
- Disminución de la flexibilidad mental. Intransigente, cerrado de mente, incapaz de aceptar otros puntos de vista.
- Degradación de la inteligencia emocional. Como consecuencia del estado alterado de conciencia se da una disminución en la calidad de las relaciones familiares y extra-grupales. Ocurre una especie de retardo en su inteligencia racional, social y emocional.
- Infantilización. Inducción a la dependencia y sensaciones de incertidumbre y duda; falta de autoconfianza. El líder sectario desarrolla en el adepto dependencia extrema hacia él; logra hacerles sentir inseguros de su criterio propio, tras aplicar técnicas coercitivas como el castigo, los gritos, humillaciones e insultos cada vez que toman decisiones o ejercen su criterio propio para resolver cualquier conflicto, sin previamente consultarle el curso de acción que debe seguir.
- Cambia la personalidad del adepto con marcadas manifestaciones de miedo, ocasionado por las técnicas coercitivas utilizadas por el líder sectario; especialmente manifestaciones de terror y miedo a la maldición de un castigo. Los aterrorizan con desgracias, catástrofes, maldiciones al traidor, fuertes castigos y humillaciones a quien no cumpla, dude de la sobre naturalidad, la divinidad, decisiones y buenas intenciones líder y a quien no se adapte a las demandas del grupo.
- Surge una personalidad dividida (separación entre la personalidad “sectaria” y la histórica). La persona abandona sus costumbres pasadas; el líder se vale del cambio, para demostrar que el resultado positivo de la conversión observada evidencia la efectividad de su enseñanza
- Cambios físicos, incluyendo pérdida de peso, ocasionado por las dietas extremas o los frecuentes ayunos prolongados. El propósito del líder es poderle demostrar al adepto un cambio visual que exponga claramente un cambio positivo como prueba de fe, en combinación con la eliminación de algún vicio y costumbre que demuestre su mejora personal.
- Deterioro en la apariencia física, debido a que pierde interés en el mundo social. El líder inculca en el adepto la creencia de que todo lo perteneciente al mundo social está mal, porque son impuros, están contaminados y hay que buscar la manera de reclutarles para salvarlos.
- Pérdida de expresión facial natural, de mirada perdida o vacía, mirada evasiva, jovialidad ficticia. (Liberman,1994) El foco de atención cambia, debido a que constantemente deben repetir mentalmente sus oraciones, postulados y/o creencias. Se sienten seguros dentro de su mundo enajenado de la realidad exterior. Desconfían del mundo exterior, descartando e ignorando lo que no puedan explicar bajo sus creencias.
- Cambios en sus respuestas emocionales, suelen ser bruscas. Las respuestas del adepto responden a la idea imaginaria que el líder les ha forjado sobre el mundo exterior. No responden a los estímulos ambientales y sociales, según su criterio propio, más bien responden mecánicamente; ya que dirán y harán lo que les sea indicado, ante específicas circunstancias. La ciencia ha demostrado que estos cambios son el resultado también de la alteración que ocasiona la exposición al estrés y a la ansiedad constante sobre el funcionamiento neuro fisiológico del cuerpo.